martes, 23 de septiembre de 2014

Entrevista a la coordinadora del Proyecto "Yo si puedo".

                   Entrevista a la coordinadora del Proyecto “Yo si puedo”, Mariana Pellegrino (47), Sarandí:

1- Que fue lo que te motivo a implementar el proyecto en Avellaneda?

Es un poco largo, en principio que mi mama fuera alfabetizadora, es algo que yo traía muy adentro, ella me enseño, digamos hay una anécdota que tengo que no la voy a contar porque es muy larga pero en la que ella me explica porque este señor venia a casa a aprender y yo me reía y le decía “como puede ser que el tan grande no sepa y yo sí?”. A partir de ahí ella me explica lo que significaba para este hombre y las razones de porque no había podía aprender. Pasa el tiempo, pasa la vida y me toca trabajar en el municipio en el área de derechos humanos, a partir de ahí conozco una persona que no sabía leer y escribir y yo empecé a ir a la casa a alfabetizarla, habíamos implementado la “escuelita del árbol” porque hacía mucho calor en su casa que era toda de chapa y nos poníamos bajo la sombra del árbol y ahí estudiábamos. A partir de ese trabajo, que se fue haciendo muy solitario, me llega una invitación para viajar a Cuba hacer una ponencia de mi trabajo que estaba haciendo de alfabetización, en el encuentro internacional de pedagogía Pablo Freiré. El municipio me paga el pasaje, lo declara como interés municipal, y viajo. Primero conocer Cuba, empezar a entender como es un pueblo después de su revolución, esa es una experiencia para mi muy enriquecedora en sí misma y después me encontré con personas que habían sido los primeros facilitadores de la campaña de alfabetización en Cuba en el año 2001, donde Fidel ordena que en un año todo el que supiera leer y escribir saliera a alfabetizar. Yo viaje en el 2012. Después de eso estuve en la facultad de pedagogía, cuando vos entras hay una frase de José Marti que dice “que todo hombre al llegar a la tierra tiene a ser derecho a ser educado y luego en pago a ello contribuir a la educación de los demás”. Creo que eso fue lo que determinó que tenía que hacer a la vuelta, porque yo me cuestionaba y digo ¿ahora aprendí, me enriqueció, que hago me siento otra vez detrás de un escritorio?, estaba decidida que eso no. No tenía claro que pero eso no era lo que yo quería hacer. Con lo cual yo traigo el programa y voy a verlo al Intendente y le cuento del viaje, le llevo el proyecto de lo que era el “Yo si puedo”, porque me parecía que había que implementarlo, porque había muchos iletrados acá en Avellaneda, le doy todos los fundamentos y me dijo “bueno que tengo que hacer?”. Firma el convenio con la UNDEC que es la fundación que lo introduce en la argentina y así implementamos el “Yo si puedo”. La razón que me impulso fue primero que es una inclusión real, que le estamos dando a todos el mismo piso, la gente que no sabe leer y escribir está por debajo de ese piso independientemente de la clase social a la que nos estemos refiriendo y más allá de la pobreza. Yo creo que no hay ningún programa de ninguna política pública que pueda abarcar a todos en tanto y en cuanto tengamos gente que no sepa leer y escribir. Creo que eso cierra lo que a mí me impulsa a pensar que necesitamos que toda la nación debiera estar alfabetizada. Yo empecé por el lugar que hábito que es Avellaneda, en donde tenemos 4000 analfabetos, y no son pocos.

2- Fue complicado llevarlo a cabo?

Hubo que remarla mucho, no es fácil entrar a los barrios porque también hay que luchar con la burocracia del municipio para pedir los recursos. Hay como cierta barrera que a nosotros no nos detenía, teníamos que avanzar igual y por ende íbamos pero era todo un desgasto para nosotras, en ese sentido fue complejo. Ahora lo más frustrante es cuando te dicen “¿y cuanto me vas a pagar para que yo aprenda?”, ha pasado una vez, y otros me han dicho “que el mejor pago es que les enseñemos a leer y a escribir”. Digo, es una población compleja, no todos los iletrados son iguales, hubo que hacer toda una caracterización del iletrado e ir agrupándolos, meternos en los barrios y nos encontramos con familias completas analfabetas. La complejidad tuvo que ver con eso, poder diagnosticar por decirlo de alguna manera el contexto y el territorio de las características de cada iletrado y de cada barrio sobretodo y aun dentro del mismo barrio hay diferentes grupos que se forman que no se juntan unos con otros, no podíamos agruparlo, teníamos que abrir dos grupos distintos con diferencia de 4 cuadras. Ahora estamos como instalados, ya Avellaneda sabe que existe el Yo si puedo, mucha gente de otros lugares que los aceptamos, cuando quiere aprender con el aval de nuestro asesor lo incorporamos porque creemos que nadie se puede quedar afuera y menos alguien que tiene ganas. Asique si, al principio sí, nos fue complicado.

3- Hace cuanto que está vigente en la zona?

Se oficializo el 27 de Julio del 2012, y yo viaje en mayo. Fue rápido, no perdí tiempo, llegue y el Intendente rápidamente dijo que sí, nos sorprendió, desde ahí todo el apoyo, todo el aval y de hecho tenemos un montón de recursos que ningún otro municipio tiene. De hecho en las graduaciones se entregan medallas, diplomas. El Intendente escucha como leen, hay un contacto, es una política pública que la banca y la comparte en lo real, convive, los ve. Teníamos toda la libertad para hacer. En octubre ya habíamos podido abrir algunos puntos, algunos centros. El programa lo que tienen es que no los espera acá, los tiene que ir a buscar, eso es lo que hacemos, los vamos a buscar, puerta por puerta. Hablar con ellos, estamos con los militantes de algunos barrios para que nos abran las puertas y nos permitan que la gente charle con nosotros, sino te miran como que sos sapo de otro pozo.

4- Cual es el objetivo del “Yo si puedo”?

El objetivo es en principio poder alfabetizar a todos los que lo necesiten, todos deberíamos tener como base la lecto-escritura y a partir de ahí desarrollar. No solo tenían que trabajar desde pequeños sino que había un Estado ausente. El Yo si puedo viene a reparar de alguna manera esos derechos que son para todos. Los cubanos en lo que la educación y demás tienen muy claro de que cuando vos educas hay un montón de flagelos que no suceden. Hay un montón de cosas que la educación permite que dejes de ser un marginado, es dar un poco vuelta esa cuestión. El objetivo es el derecho primario que es poder tener la misma posibilidad que tuviste vos o que tuve yo que casi ni recordamos como aprendimos a leer y a escribir, esta tan naturalizado en nosotros. El objetivo es que todos puedan tener este derecho y remplazar a este Estado que estuvo ausente pero que hoy desde el Estado y en este caso el Gobierno Municipal permite que nosotros que logremos esto. Esperamos llegar.

5- Tengo entendido que su metodología cuenta con tres etapas adiestramiento, enseñanza de lectura y escritura y consolidación.) ¿Me explicarías en qué consiste cada una?

Cuando se habla de adiestramiento lo que se hace es trabajar la motricidad física, tomando en cuenta lo siguiente, que están los que son puros y los que son funcionales. El puro es aquel que nunca agarro un lápiz en su vida, lo llamamos el iletrado puro, el funcional es el que alguna vez en el medio del campo fue hasta segundo grado y después lo mandaron a la cosecha, entonces quizás algo recuerde pero no lo tiene consolidado. A partir de esa caracterización los dos tiene que hacer este periodo de adiestramiento que es la parte de la motricidad, empezar a manejar el lápiz, que la muñeca se afloje. Hay un ejercicio de punteo que ellos tienen con línea continua sombrear, pasar por los puntos. Hasta la maestra de la tele enseña como tiene que agarra el lápiz. Después la parte del aprendizaje en si mismo tiene que ver una de las formas la asociación de los números con las letras, ¿por qué este método? porque la mayoría de los iletrados conocen los números, tal vez no puedan comprender que son cantidades, pero si los conocen, entonces como regla nemotécnica a cada letra le otorgamos un numero, para que sientan que van desde lo que conocen hacia lo que no conocen, entonces eso les da cierta seguridad que en esto que les están enseñando hay algo que ellos pueden reconocer, son los números. Los números los saben todos, hasta los puros, hemos tenido casos que no los sabían pero son las excepciones. Porque hay cosas que les enseña la vida y eso es lo que tenemos que estar bien atentos, ellos toman colectivos, los saben de memoria el dibujo, porque las letras y los números son dibujos y para ellos son dibujos. Memorizan el 2 y el 7 y saben que toman el 27. Ahora, tienen que preguntar el ramal por ejemplo. Y después viene la consolidación de todo lo aprendido mientras vos vas aprendiendo cada 15 clases hay un repaso general de todas las clases. Cuando no se consolido una letra no se sigue adelante, hay que controlar eso, sino vos avanzas y cuando avanzas no sabes lo primero no vas a poder leer. Por eso es que la idea es primero las vocales y luego las consonantes más pesadas, cosa que ellos puedan empezar a leer y entonces se produce este proceso de escritura-lectura. Ellos aprenden todo al mismo tiempo y no se dan cuenta. El método es sumamente sencillo. Puede escribir gente que nunca agarro un lápiz o pueden leer personas que jamás aprendieron a leer. En el programa la cartilla que se usa que habrás visto ayer, en la última hoja hay que escribir una carta, ellos se la pueden escribir a quien quieran. ¿Por qué es una evaluación esa carta? Porque ahí ellos piensan una producción coherente, piensan lo que escriben, la pueden volcar y además la pueden leer. Entonces ahí aparece la consolidación de que saben que la letra tiene un nombre, además tiene un sonido y además saben leer. Esas tres cosas nosotras las sabemos naturalmente a ellos se las ensena el programa. Después se le agrega en nuestro caso lo que es el “Vos podes”, que es la comprensión. Cuando ellos escriben y pueden leer pero a veces no comprenden lo que leen. Hay otra etapa que te enseña a comprender eso. Y después incorporamos la primera en el mismo lugar que el Yo si puedo, ¿con qué intención?, que sabiendo que terminaron la primaria no se olvidan mas. Esos son todos los procesos que nosotros implementamos.

6- Cuantos graduados llevan hasta el momento?

Tenemos 65 y tenemos 50 sentados que ya gradúan ahora. Lo más complejo del programa es lograr sentar al iletrado. Hay muchos que sabemos que están pero que se niegan aprender. Asique esa es la parte más compleja sino tendríamos muchos más por la gente que hemos detectado, el tema es que hay que sentarlos, levantarle el estima, el que no está dispuesto a aprender por mas que le insista no hay manera, entonces se sientan y dejan de venir, o tienen una razón por el trabajo, y no pasa por la frustración porque el programa hace que ellos muy rápidamente puedan aprender. No es frustrante y es muy dinámico. Tiene que ver con la complejidad de su entorno, muchos la mujer no quiere que venga su hombre o los hijos, otros que al revés que los hijos los traigan. Hay todo un contexto digamos y hay que entender que hay muchos submundos dentro de este mundo. Poder subirlos al mundo es que todos podamos leer y escribir, este mundo que está escrito, salís a la calle y todo está escrito. Ahora ellos ni salen a la calle por esta razón o no van a los hospitales o siempre dependen de otros. Me extendí un poco en la respuesta pero las compañeras trabajamos para librar a Avellaneda del analfabetismo, es nuestro objetivo principal. Lo lograremos no lo lograremos, el tema es estar luchando por eso el resto el futuro lo seguimos construyendo.

7- Además de acá (La Casa de la Cultura), en que otros lugares se dictan las clases?

Vamos a los comedores, centros culturales en el barrio, sociedades de fomento, centro de jubilados, puede ser adentro de la casa de un vecino que nos preste el comedor. Nosotros necesitamos, una mesa, sillas, la tele y el DVD que lo pone el municipio, al igual que los útiles. No tienen razón para decir “no puedo” porque no pueden comprar un lápiz.

8- Cuanto dura el programa?

Dura de 4 a 5 meses, pero si el programa se diera todos los días, que en Cuba fue así, creemos que en 3 meses y medio ya se podrían graduar. Pero acá no se puede brindar el programa de lunes a viernes porque los voluntarios no pueden venir todos los días, por suerte tenemos voluntarios, pensa que ni el viaje se les paga, esa es la base del programa, si a vos tu pueblo te permitió estudiar, tenes que contribuir con la educación de los demás, esta es la idea, es el lazo de solidaridad. Ya tenemos 120 voluntarios en el proyecto. Hay una capacitación en donde el asesor cubano explica toda la parte técnica del programa y poco la historia.

9- Cuales son tus expectativas de acá en más?

Yo te voy a contestar una sola cosa, que el Yo si puedo es mi destino, adonde me lleve le Yo si puedo ahí estaré, si muero, será en batalla, lo voy a llevar conmigo. Espero que me de la vida y sino que queden otros que puedan levantar la misma bandera. Hoy siento que si no hago esto no haría otra cosa, no puedo, no me interesa otra cosa que no sea el Yo si puedo. Es mi lugar en el mundo.


10- Cual son los medios que utilizan para convocar a las personas a participar del proyecto?

Nos pueden contactar telefónicamente, página de Facebook y un mail. Y usamos la oralidad, cuando hacemos una actividad en los barrios, en cada centro colocamos un cartel, afiches, para que los vean. Vos pensa que para llegar a ellos directamente es la oralidad, la radio, los noticieros, estuvimos en el programa C5N, por ejemplo, eso nos ayuda mucho. Ahí vos llegas directamente.

Teléfono: 4222-2647 / Celular: 15-3537-9003
Facebook: YoSiPuedoAvellaneda




Entrevista a Claudio Rigoli

Entrevista a Claudio Rigoli

                                          “Siento placer por lo que hago”

Locutor y Periodista de las mañanas de C5N y las tardes de Canal 9 ya lleva 26 años de carrera, pasó por todo como notero, movilero, productor, redactor, locutor de noticiero, hasta que Romay le dio la credencial de conductor en el año `97. Conoce su historia y sus experiencias de vida.
La cita acordada se da en el hall de entrada de Canal 9 donde Claudio ya hace 26 años que trabaja como periodista en la edición de “Telenueve”. Se acerca muy tranquilo a paso lento e impecable como se caracteriza de traje negro, camisa blanca y corbata violeta, saluda muy amablemente nos sentamos en los sillones de cuero negro y damos lugar a la entrevista.
Nació hace 53 años en un pueblo chiquito que queda en el centro geográfico de la provincia de Entre Ríos: “se llama Rosario Del Tala, ahí cuando vine a Buenos Aires con 18 años, tenía 5000 habitantes”. Siendo el menor de 8 hermanos asegura que se crio en el ceno de una familia maravillosa.
Se recibió en COSAL en el año `86 en el mes de Diciembre y en Julio del `87 comenzó a trabajar en canal 9 después de atravesar un largo casting que realizó Alejandro Romay en su momento para la edición del mediodía “Nuevediario”.
Un casting al cual concurrieron 150 locutores en busca de ese sueño, fueron pasando las respectivas pruebas y quedaron 5 en un total de 5 tandas. Confiesa que hasta ese momento nunca es su vida había pisado un canal de televisión: “la primera vez que enfrenté una cámara de televisión fue cuando hice el casting, porque cuando estudia en COSAL y teníamos la materia “Televisión” había dos foquitos rojos que simulaban ser cámaras.”
Además asegura que no tuvo el apoyo de nadie, golpeó puertas pero algunas estaban cerradas y una se abrió: “cuando tenés pasión por lo que haces, tarde o temprano te va a llegar y sentir pasión por lo que haces te hace superar todos los problemas o las dificultades que se te van presentando a lo largo de la carrera.”
Recuerda que su primera salida al aire fue accidentada. En 1987, Romay lo eligió junto a Juan Carlos Pérez Loiseau y Silvia Fernández Barrios para hacer un noticiero informativo llamado “El Repiqueteo”, confiesa que tiene el tape guardado en su casa, que hasta el día de hoy no sabe si habrá sido una broma: “nunca me lo pregunté, pero se me bajo la silla y el escritorio me tapaba la mitad de la cara más o menos, salí en cuclillas haciendo fuerza, dije si este es el bautismo lo que vendrá después será mejor.”
  • ¿Alguna anécdota que te haya conmovido a lo largo de tu carrera siendo movilero?
Hay muchísimas, son imagínate que 14 o 15 años de movilero, muchísimas anécdotas para contar, pero buena la de Daiana, la chiquita que fue trasplantada de hígado cuando tenía apenas casi un año, eran los primeros trasplantes que se hacían en el Hospital Italiano, una chica mendocina, cubrí todo ese caso, todos los días en la puerta del hospital Italiano, entonces un día le dan el alta, salió todo bien, recibió el trasplante y se iban de vuelta a Mendoza con su mamá.
Pasaron 19 años hasta que un día reciben un llamado en la redacción del canal, uno de los productores me dice “hay una señora que dice que te conoce, que es de Mendoza, la mamá de Daiana”, me pregunta si la conozco y le digo que sí, la atiendo y ella me dice “Claudio, Daiana necesita ser trasplantada de nuevo, pasó complicaciones y estamos en Buenos Aires”, así que fui e hice la nota con la mamá y haciendo el pedido del trasplante para su hija fueron días complicadísimos de salud, hasta que la mamá me cuenta que un día a las 3 de la mañana Daiana le dice “mamá no doy más, ya no tengo más fuerzas para seguir luchando asique creo que me voy a morir esta noche”, paso una hora de eso y llego un órgano para trasplantarla. Habiendo pasado 19 años, es el día que le dan de alta nuevamente del Hospital Italiano y yo estaba esperando para hacerle la nota a Daiana y a su mamá. Entonces estos casos que te da este oficio un hecho histórico en aquel momento porque era uno de los primeros trasplantes que se hacían, pasaron 19 años y la misma criatura que ya era una adolescente, una señorita y su mamá, con la historia que se repite y yo como testigo en aquellos dos momentos. Fue uno de los casos que mas me conmovió.

Claudio comienza su día alrededor de las 6:30, como todo buen periodista confiesa que lo primero que hace al levantarse es encender la televisión y poner el noticiero, luego lee diarios y se informa por internet sobré toda la actualidad.
Se dirige para C5N donde conduce junto a Débora Plager “Sensación Térmica” de 10 a 13, programa con el cual ganaron este año el Martín Fierro: “nos merecíamos con Débora este premio por el producto que estamos haciendo, vamos por el buen camino, es un mimo, no te garantiza nada, al otro día tenes que seguir trabajando y superándote día a día.”
Desde Abril hace un programa en Metro que se llama “Tal Como Son”, el cual se emite los días martes a las 23:00, donde el entrevistado cuenta algunas historias de vida durante media hora. Además hace entrenamientos de media training, practica boxeo y realiza la conducción de eventos empresariales, institucionales y solidarios, asegura: “con eso me mantengo bastante ocupado.”
Viaja a La Plata una vez por semana, lo pasa a buscar un taxi a la salida de C5N y lo lleva para grabar un Noticiero Institucional de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, a la vuelta se dirige a Canal 9 donde trata de estar dos horas antes, finalizando su día laboral alrededor de las 21:30.

En todo momento a lo largo de la entrevista Claudio se muestra muy seguro de sí, confiado, simpático y sobretodo muy relajado. Se caracteriza por ser responsable, humilde, sincero y creíble para el televidente: “Yo no utilizo teleprompter, no me gusta porque te quita espontaneidad, expresividad, es un elementó tecnológico que no me gusta usarlo, está ahí presente, lo cargan pero no lo uso.”
  • ¿Qué opinión tenes sobre la Ley de Medios?

Mientras esté bien implementada, los monopolios no sirven ni de un lado ni de otro, tiene que haber un equilibrio, cuanta más pluralidad, cuanto más voces se escuchen, cuanta mayor competencia haya, allí es donde está la riqueza. Por un lado la competencia genera un esfuerzo profesional de cada uno de los medios que compiten para superarse cada día y por otro lado le estas dando la posibilidad a la persona que está en su casa mirando que tenga la opción de ver, este o aquel producto o el que quiera. Cuando tenes una sola voz, nunca ha sido bueno tanto en lo político como en lo periodístico eso no sirve y en lo comercial tampoco, hay un estancamiento, no se avanza. Si la Ley se aplica y se logra un equilibrio, está el reparto de medios en el sentido de la difusión, que haya pluralidad de ideas y de voces ahí funciona bien. Y no tiene que ver con este gobierno, porque la Ley va a estar van a pasar los gobiernos y van a venir los subsiguientes y eso tiene que ser equilibrado institucionalmente, no tiene nada que ver con el gobierno.

Confiesa que nunca realizo radio si bien fue locutor de turno cuando recién se recibió, después quedó en televisión y le ocupo muchísimo tiempo: “me transforme en un bicho de televisión es una asignatura pendiente hasta ahora no se ha dado, por algo suceden las cosas.”
Antes de salir a cámara siente la pasión de hacer algo que le encanta, confiesa no sentir adrenalina si la ansiedad de que comience cuanto antes para contarle a la gente lo que ha pasado: “es un disfrute no es que me pongo nervioso, pongo las pilas en la tensión y en que tenes que estar bien atento a todo pero siento placer por lo que hago.”
Se podría decir que Claudio es un apasionado por el periodismo, responsable, objetivo, centrado, respetuoso, amable, simpático y sobretodo humilde.
Así es Claudio Rigoli, mucho más que un periodista informativo.


Alumna: Yasmin Gallo

Villa Dominico

           RECONSTRUCCIÓN HISTÓRICA DE MI BARRIO VILLA DOMINICO.


INTRODUCCIÓN:

El siguiente trabajo práctico tiene como objetivo primordial la investigación y el reconocimiento de la realidad socio-histórica de mi barrio llamado Villa Dominico.
Voy a tomar como referente el Club Renacimiento fundado en Villa Dominico en el año 1940 y algunos de los principales puntos a tocar dentro de este trabajo va a ser la historia de fundación de dicho Club, el desarrollo del mismo y como influyo dentro de los habitantes del barrio y en mi grupo de crianza.
Además va a ser objetivo de este trabajo la presencia de los deportes en el barrio, la expansión de la región, las características principales que ha tenido la población que ha habitado en este lugar, la inmigración que se asentó, entre otros.
Por otra parte también se espera comprender la organización social y participación de los actores sociales y la fundamentación de los distintos estilos de vida, cobertura y acceso a servicios comunitarios.
Por último, van a estar presentes en este trabajo la centralidad del barrio, los equipamientos sociales, los referentes o más bien llamados hitos y la vivienda.
Para el desarrollo de mi reconstrucción va a ser primordial el testimonio de mi grupo de crianza y de los habitantes del barrio, los actuales y los que nacieron y terminaran sus días de vida allí, en Villa Dominico.







DESARROLLO:

                                                  “Villa Dominico, mi barrio”

Un poco de historia del barrio Villa Dominico:

Jorge Domínico compró la tierra en el año1856, y fue el encargado de vender una franja de esa tierra a Buenos Aires y al ferrocarril, que se completó en 1872. Los primeros lotes fueron vendidos a colonos el 11 de Agosto de 1894. Un terrateniente vecino, Federico Gattemeyer, hizo lo mismo en 1908, y el ferrocarril abrió una estación en Villa Domínico en 1909, la muy conocida Estación Dominico.
Luego, impulsados ​​por una ola de inmigración en la Argentina, el asentamiento creció rápidamente, llegando a tener alrededor de 1.100 habitantes en el año 1910. El Desarrollo Comunitario de Villa Domínico y Sociedad de Ayuda Mutua fue establecido el 28 de Agosto del mismo año, y por su iniciativa, el parque de bomberos se inauguró en 1912. La Iglesia de San José fue consagrada el 23 de abril de 1918.
El representante de la ciudad en la Legislatura Provincial, Fabián Onzari, logró tener un plan integral de control de inundaciones para el área aprobada en 1923, y la red de canales y obras auxiliares, conocido como el "Plan de Onzari", fue terminado en 1929. La ciudad se convirtió en una comunidad con una economía orientada a los servicios en las décadas siguientes.


Por otra parte diré que los Clubes son el corazón de cada barrio. En ellos, los valores de la amistad, y el interés comunitario se fortalecen, y son pilares de identidad que contienen y abrigan desde los primeros años de la infancia.
Aun en las crisis más profundas, el Club sigue de pie, siendo hogar y escuela para que los valores de la solidaridad y el compromiso por el otro se mantengan en alto.
Los clubes somos nosotros; en ellos se escribió parte de nuestra infancia, la de nuestros padres y abuelos, y se escribirá la de nuestros hijos.
El Club Renacimiento no es la excepción, fundado el primero de Agosto de 1940, nace con una asociación de 51 personas que eran un grupo de amigos del barrio, entre ellos mi abuelo Emilio Buron.
Este Club se fundó con el afán de tener un lugar para jugar a la pelota, al ajedrez y hacer bailes. Durante un tiempo juntaron dinero con la organización de bailes hasta que lograron conseguir el dinero para comprar una propiedad que les sirviera como club.
En principio su estructura era de madera, al igual que sus mesas y sus bancos. Se juntaban chicas y muchachos del barrio para charlar y jugar a las cartas. Había actividades variadas, tales como “papi fútbol”, básquet femenino, deporte que mi tía practico durante muchos años de su infancia y adolescencia. Además una vez al año se hacían peñas de ballet, también en fechas patrias.
Cabe decir, que contaban con ballet folclórico propio, además había una cancha de bochas y una murga integrada por sus propios asociados, entre ellos mi abuelo.

Ahora bien el Club Renacimiento tuvo muchas remodelaciones a lo largo de los años. Hoy es un edificio de dos plantas con una gran terraza, muy iluminado tanto por fuera como por dentro. Tiene un importante buffet, un salón de fiestas, una pista techada donde se practica diversos deportes, como fútbol, hanball femenino, entre otros.

Otro dato propicio para este desarrollo de la reconstrucción de mi barrio, es que ya no se hacen fiestas como las de antes en el club, solo hacen la fiesta de aniversario.
Actualmente, además, los socios que fueron los fundadores siguen concurriendo al club así como la gente del barrio y de la zona.
Según declaraciones, los vecinos me confiesan que “hoy vemos el barrio con ojos de ayer”.

Con respecto a la expansión de mi barrio podre decir que los inmigrantes de fines del siglo XIX y principios del siglo XX dieron forma e identidad compartida al barrio, que luego se trasladó a las asociaciones culturales y deportivas y poco a poco y gracias al esfuerzo de los vecinos, a esos personajes, que presidieron esas organizaciones barriales, fue creciendo y de unos simples caseríos con calles de tierra y zanjas paso a ser un barrio con identidad, colaborador y comprometido con el vecino, con el de al lado, con el del fondo y el de adelante.
Ahora bien, refiriéndome a los actores sociales podre decir que, “se considera ACTOR SOCIAL a aquel que es capaz de ser protagonista del devenir histórico de una sociedad.”1 Así mismo me refiero a los clubes o instituciones barriales como La Sociedad de Fomento, que nos brindaban atención, inclusión, participación y de esa forma enriquecen nuestros afectos y lazos sociales y sentimentales, haciendo un puente de acercamiento con la comunidad, con un mayor contacto personal, de colaboración y compromiso y sentido de pertenencia al barrio. La Escuela 43 les daba el espacio cultural, formativo y socializador, completando nuestra identidad como barrio. Todos formaban esa “familia grande” que aún hoy podre decir que nos identifica. Además del ya mencionado Club Renacimiento cabe destacar como actor social al Club Sol de Oro, El Sokol, Sparta, La Fomento y El Trébol.
Refiriéndonos a la centralidad de Dominico, podemos nombrar el Parque “Los Derechos del Trabajador” o más conocido como el Parque Dominico, esta zona fue por mucho tiempo conocida como “Pasaje del Puente Chico”, en 1838 había en ese pasaje, una población de 13 habitantes. En 1856 se estable Jorge Dominico quien establece el casco de su estancia. En 1910 se transforma la zona rural en zona urbana, y alcanza una población de 1100 habitantes.
Así mismo, “La centralidad es uno de los elementos que más impacto ejerce sobre los cambios en el barrio y respecto al crecimiento de la ciudad.” 2 Cabe destacar la Estación de Villa Dominico, que data del año 1909. El Ferrocarril Buenos Aires al Puerto de Ensenada se habilitó hasta la estación de Quilmes el día 18 de abril de 1872 y el 31 de diciembre de ese año se traza hasta el destino final en la Ensenada. En la zona del Puente Chico, antigua denominación de Villa Domínico, no había sido prevista ninguna parada o estación.
El nombre de la localidad y de la estación del ferrocarril, recuerda al ingeniero Guillermo Domínico (1873 - 1913), inspector general de ferrocarriles y vicedirector general de ferrocarriles del Ministerio de Obras Públicas.
Luego debemos nombrar los equipamientos sociales, como las escuelas, la Escuela Numero 43 y la Escuela Media 9. Los vecinos aseguran que el que no fue a “La 43” no es de Villa Dominico. Actualmente lleva el nombre de la Escuela Numero 3. Pertenecer a ella es parte del barrio. Hay miles de historias y de personajes que aun hoy dicen que están en los grados y corriendo por los patios. También debemos nombrar el Hospital Municipal de Wilde, Director Ejecutivo: Daniel Vidotto ubicado en la calle Baradero al 5800, y por último el Centro de Jubilados Pensionados Deportivo Dominico.
Ahora bien, la problemática más importante que sufrió Villa Dominico Este, fue sin lugar a dudas la de las inundaciones de los años cuarenta que se producían por las grandes sudestadas: “cuando había sudestada Dominico si o si se inundaba”, asegura mi madre.
El Río de la Plata desbordaba, y como consecuencia las calles de mi barrio superaban el metro y medio de agua. Mi grupo de crianza y el Fundador del Club Renacimiento mi abuelo Emilio Buron, más todos los habitantes del barrio que sabían nadar, se solidarizaban con los vecinos más damnificados. Cabe destacar que mi abuelo salió en una publicación del diario La Nación de ese entonces, junto a otros vecinos en un bote solidarizándose con los que corrían la peor suerte. Muchas vidas se cobraron las sudestadas de Villa Dominico. Relatos conmovedores de los más mayores del barrio, con lágrimas en sus ojos relatando uno de sus peores momentos, que jamás olvidaran.
Los más damnificados eran llevados a los Clubes del barrio, y/o la Escuela 43 para asignarles un lugar cálido y seguro hasta que bajara el agua. Además de estas instituciones, los vecinos que vivían en casa de alto, también brindaban su hogar para ayudar a los más perjudicados. Según declaraciones de vecinos: “cuando el agua venia se llevaba todo”.
Esta problemática continuo en los años siguientes, tales como en 1950 y 1956, pero de menor gravedad. Hasta la llegada del Intendente Álvarez De Olivera que fue el encargado de entubar ciertos lugares del Río Dominico y construyo compuertas para frenar el desbordé. Tal es así, que desde ese entonces, Dominico no volvió a sufrir una sudestada de tan inmensa magnitud.
Para finalizar mi desarrollo, diré que mi barrio Villa Domino se caracteriza por gente con mucha calidez humana, sencilla, responsables, servidores con visión de futuro para sus hijos, nobles, generosos fieles al barrio y al vecino, el que te socorre ante una inundación, fallecimiento o accidente, desinteresado y altruista. Así eran y son los habitantes de mi barrio.












CONCLUSIÓN:

A modo de conclusión diré que en mi barrio Villa Dominico podemos percibir cambios rotundos provocados por los cambios sociales, tecnológicos y políticos. Cabe destacar como ya mencione anteriormente en el desarrollo, que uno de los cambios más importante sin lugar a dudas fue el aporte del Intendente Álvarez De Olivera que termino con las grandes sudestadas e inundaciones. Hoy por hoy llueve con toda su furia, pero mi barrio puede respirar tranquilo de que el agua no se va a llevar todos sus bienes materiales, ni a los más preciados, sus seres queridos.
Más allá de estos podemos nombrar la forma de vida, la comunicación, la seguridad, entre otras cuestiones. Los medios de comunicación antes eran escasos comparados con los de la actualidad. En su momento la gente se comunicaba a través de llamadas telefónicas fijas y sobre todo por medio de la oralidad. Años después esto cambiaría rotundamente con la llegada del celular, el correo electrónico, los mensajes de texto y actualmente muy fuertemente instalado el medio de comunicación más predilecto, las redes sociales. En la actualidad debido al desarrollo del capitalismo ha aumentado claramente la manera de comunicarse, ya que han aparecido numerosos dispositivos de comunicación, como el celular, Internet, computadoras y tablets.
Esto sin duda ha cambiado la forma de relacionarse entre las personas del barrio ya que antes para comunicarse algo debían hacerlo personalmente o de forma oral, en cambio en la actualidad lo pueden hacer solamente a través de una pantalla interactuando con personas. Los habitantes de mayor edad aseguran que se fue perdiendo mucho la figura de vecino y saludo en el barrio.
Además según declaraciones de vecinos y vivencia propia, hace varios años atrás en Villa Dominico los habitantes se sentaban en las veredas de sus casas, compartían mates, charlas con vecinos, juegos con sus hijos y nietos, hoy por hoy esto ya no se hace presente y uno de los motivos más fuertes es el gran crecimiento de la inseguridad.

1 Jorge Ferrando: Apuntes de la clase 5 de TSC1, Buenos Aires, UNDAV, P.17


2 Buraglia, Pedro: Apuntes de la clase 4 de TSC1, Buenos Aires, UNDAV, P.24

Crónica "Yo si Puedo", Programa de alfabetizacion en Avellaneda.

                                                          “YO SI PUEDO”

Su apariencia de señora cansada no es impedimento para lograr su propósito de declarar territorio libre de analfabetismo a los diferentes barrios de nuestra ciudad, para así lograr “una Avellaneda libre de analfabetismo”.
No fue fácil implementar el Programa de Alfabetización “Yo Si Puedo” en la localidad, que apunta a que nuestros iletrados dejen de ser esclavos del silencio y se conviertan en seres libres de construir su propio destino, sólo por ellos Mariana Pellegrino jamás bajó los brazos.
Todo comenzó cuando ella era solo una niña, y su madre alfabetizadora le brindaba clases en su humilde hogar a un señor mayor, que no había tenido la posibilidad de aprender a leer y a escribir.
En una charla amena en La Casa de la Cultura, ubicada en la calle San Martin al 797, confiesa que en ese entonces, le pregunta a su madre: “¿Cómo puede ser que él, tan grande, no sepa leer ni escribir y yo sí?”. Dejando una marca en aquella niña, de cabellos dorados y ojos celestes, que jamás pudo borrar.
Pasa el tiempo, pasa la vida y Mariana comenzó a trabajar en el área de Derechos Humanos del Municipio. A partir de ahí conoce a un señor analfabeto y decide comenzar a enseñarle en su casa. A la sombra de un árbol, que luego apodo con el nombre “La Casita del Árbol”.
A partir de esta situación, el asesor nacional cubano la invita a viajar a Cuba para hacer una ponencia de su trabajo, en el encuentro Internacional de Pedagogía Paulo Freire, quien fuera uno de los más influyentes teóricos de la educación del siglo XX.
El pensamiento pedagógico de Freire fue la alfabetización crítica, también conocida como alfabetización liberadora o concientizadora, así como su propuesta para los adultos que inspiraría los principales programas de alfabetización en Brasil a comienzos de los años 60.
Paulo Freire nació el 19 de Septiembre de 1921 en Recife, Pernambuco, Brasil. Y termino sus días en su país natal, en la ciudad de Sao Paulo, el 2 de Mayo de 1997, a la edad de 75 años. En sus últimos años de vida, su apariencia era la de un anciano enternecedor, de pelo blanco, barba tupida y ojos profundos, que se escondían detrás de sus característicos lentes.
En el año 1978, Paulo Freire realizó una declaración contundente al diario El País: “La educación es siempre un quehacer político”, con el afán de concientizar sobre la importancia que posee la educación. Además aseguro: “la revolución es en sí un acto pedagógico”.
Para Mariana viajar a Cuba fue una experiencia muy enriquecedora, ya que le permitió comenzar a entender cómo es un pueblo después de una revolución.
Los antecedentes del método "Yo, sí puedo" están en el trabajo desarrollado por Leonela Relys junto a otros educadores cubanos, que realizaron una campaña de alfabetización por radio en Haití, en el año 1999. “Haití es un pueblo sumamente humilde, donde tuvimos nuestros primeros resultados", declaró Leonela.
"Yo, sí puedo" nació el 28 de Marzo del 2001, cuando el gobierno de Cuba le encomienda a Leonela la labor de crear una cartilla de alfabetización de no más de cinco páginas que combinara las letras y los números. No tardó más de un mes en realizar el encargo y en empezar a preparar la estrategia televisiva. Para el año 2002, ya se ultimaban las cartillas y los guiones de las clases televisadas. Luego en mayo de ese año se comenzaron a grabar las clases que estaban concebidas con un carácter internacionalista, en especial, latinoamericanista, y preparado para ser adaptado a diferentes realidades sociales y lenguas.
Durante su paso en Cuba, Mariana tuvo la posibilidad de cruzarse justamente con unos de los primeros facilitadores de la campaña de alfabetización en el año 2001, cuando Fidel Castro ordenó que en un año todo el que supiera leer y escribir saliera a las calles a alfabetizar.
Después de este episodio, Mariana asegura haber estado en la Facultad de Pedagogía: “cuando vos entras hay una frase de José Martí que dice “al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después en pago, contribuir a la educación de los demás”.
José Martí nació en La Habana, el 28 de enero de 1853. Fue un político, republicano, democrático, pensador, escritor, periodista, filósofo y poeta de origen español, creador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra del 95 o también conocida como Guerra Necesaria. Unas de sus frases célebres es: “saber leer es saber andar, saber escribir es saber ascender”. Falleció el 19 de mayo de 1895 en la zona de Dos Ríos.
Eso fue, lo que llevó a Mariana, a tomar la determinación de lo que debía hacer a su vuelta. “La razón que me impulsó fue que es una inclusión real, le estamos dando a todos el mismo piso. La gente que no sabe leer y escribir está por debajo de ese suelo, independientemente de la clase social a la que nos estemos refiriendo y más allá de la pobreza”, declara.
Así fue como a su regreso visitó al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, presentándole el programa y contándole detalladamente su paso por Cuba. Basándose en que Avellaneda cuenta con una población de 342677 habitantes, de los cuales el 1,2% son analfabetos, y este no es un número menor.
El 27 de Julio del 2012, se firmó el convenio entre la Municipalidad y la Fundación UMMEP, siglas que significan “Un Mundo Mejor Es Posible”, para trabajar en la ciudad con el Programa de Alfabetización “Yo, Si Puedo”.
A diferencia de otros, este programa cuenta con una particularidad que Mariana me termina declarando: “el programa no los espera, los tiene que ir a buscar, eso es lo que hacemos, los vamos a buscar puerta por puerta”.
Los primeros 20 alumnos se graduaron el día 7 de Junio del 2013, a las 18:30 en el salón municipal de actos Eva Perón, ubicado en Avenida Güemes 835 1° piso. Contó con la presencia del intendente Jorge Ferraresi, el coordinador cubano Raúl Troya, y la responsable del programa en Avellaneda, Mariana Pellegrino.
En la entrega de diplomas y medallas, Ferraresi apuntó a que la “alfabetización es un derecho humano, es el primer escalón para el aprendizaje. Sin embargo, la persistencia del analfabetismo expresa una de las mayores deudas que la sociedad afronta”. Y finalizó: “este es sólo el comienzo, ahora hay que seguir y no olvidar que nosotros como Estado solo estamos devolviendo esos derechos que alguna vez les fueron quitados. Aférrense a ello, para que nunca más se los quiten”.
Mariana, por su parte, se mostró visiblemente emocionada no solo por el orgullo de los primeros alumnos graduados, sino también por las primeras facilitadoras, que en forma voluntaria dejan sus tareas a fin de realizar un bien común. Enseñarle a leer y escribir a aquellos ciudadanos excluidos de la sociedad.
Alba Manon Rodríguez Pereira de 52 años, cabello rojizo, abultado, uñas largas del color de la sangre, perfume suave y sonrisa dulce, no es la excepción. Hace un año que colabora como facilitadora en La Casa de la Cultura de Avellaneda. La clase comienza a las 18:00, pero 17:30 ella se hace presente, después de un viaje desde Almagro donde vive y trabaja como encargada de un edificio.
En una charla relajada y privada, en el salón donde se dictan las clases, paredes blancas, sillas azules y ventas cerradas, confiesa que se desempeña como facilitadora porque le gusta enseñar y ayudar al otro. “Esto lo hago como un trabajo social, para mí es muy importante que la gente se pueda superar. Estaré acá hasta que siga el “Yo sí puedo”, asegura con su voz cálida.
Según ella, lo que más les cuesta a sus alumnos es escuchar: “es muy importante escuchar y observar el dibujo de las letras y también oír como suenan”. Además, cuenta, que les dice que presten atención, si no van hablar como escriben, cuando en realidad, ellos escriben como hablan.
Se va acercando la noche fría de otoño y los alumnos van entrando al aula. El primero en llegar es Juan Perea de 63 años, tez oscura, pelo canoso y sonrisa intrépida, es el mayor del grupo. Saluda a Alba con dos besos, contento de asistir a otra clase. Confiesa con voz temblorosa que hace changas y que tiene 10 hijos. Su mirada transmite una emoción difícil de explicar.
Luego se hace presente Liliana Ávalos, de 48 años, cabellera larga, lacia y colorada. Asegura que es ama de casa y que tomó la decisión de asistir a las clases por iniciativa propia. Por su parte, Catalina Quiroga, de 47, asegura con su voz tímida: “estoy acá por mis hijos, tengo una nena y un varón”.
El último en llegar es José Luis Zenón, de 58, alto, canoso, zapatero, nacido en Corrientes. Arriba con mate y pan casero para sus compañeros de cursada. Los cuatro se sientan en las sillas azules, alrededor de la facilitadora, sacan sus útiles y comienza la clase.
Ellos ya pasaron previamente por la etapa de adiestramiento, que consiste en trabajar la motricidad física, tomando en cuenta que están los analfabetos puros y los funcionales. “El puro es aquel que nunca agarró un lápiz en su vida, lo llamamos el iletrado puro. El funcional es el que alguna vez en el medio del campo fue hasta segundo grado y después lo mandaron a la cosecha, entonces quizás algo recuerde pero no lo tiene consolidado”, afirma Mariana.
La etapa siguiente es la del aprendizaje; consiste en asociar los números con las letras, ya que la mayoría de los iletrados conocen los números.
Los alumnos de Alba ya van por la clase 29 en la que aprenderán la letra “D”. La metodología que se utiliza cuenta con un soporte audiovisual con la maestra, cartilla y un facilitador voluntario, que es el vínculo afectivo entre la maestra y el participante. El “Yo Si Puedo” en Avellaneda cuenta con 120 voluntarios, que dan todo sin recibir nada a cambio, ya que esa es la base del programa: “si tu pueblo te permitió estudiar, debes contribuir con la educación de los demás”.
Juan, Liliana, José Luis y Catalina disfrutan cada clase, escuchan atentamente a Alba, sonríen a cada momento y hacen chistes. Ya van por el cuarto mes de aprendizaje y si todo marcha como es debido, en agosto van a estar graduándose, recibiendo sus merecidas medallas y diplomas.
Adentro el aire es templado, afuera un viento frío y seco se escucha soplar, se van acercando las ocho y la clase va llegando a su fin, saludan con un beso cálido a su facilitadora y bajan las escaleras en forma de caracol, para dar comienzo a el viaje de regreso a sus hogares donde repasarán todo lo aprendido en la clase y se irán a dormir pensando en su próximo encuentro en la “casa de la cultura”.

Autora: Yasmin Gallo